Entrevista a Joaquín Albaladejo Martínez, Diputado del PP

«La potencia de la Vega Baja hacía que precisara un representante en Madrid. Es una directriz del partido que no haya acumulación de cargos públicos. La asumo y dejaré mi acta como concejal»

Joaquín Albaladejo, junto al mar en uno de los paseos de Torrevieja. / F. R.

Francisco Reyes Prieto (Publicado en el Diario «La Verdad» el 10.1.2016)

Elegido el 20 de diciembre diputado nacional del PP por la provincia, Joaquín Albaladejo, formará parte el miércoles de la constitución de las Cortes de la nueva legislatura. El torrevejense valora en esta entrevista algunos aspectos de la política española y también de lo que le han dado de si casi nueve años como concejal en el Ayuntamiento, ya que en breve realizará el formalismo de renunciar a su acta. algo que como él dice, no le impedirá seguir formando parte de la vida social y pública de la ciudad de la sal.

– ¿ Qué le ha supuesto ser elegido diputado nacional?

– Desde el punto de vista personal ha sido una satisfacción. Ver que uno puede decirle a sus hijas y a su familia que va a tener una posibilidad gracias al cariño y el esfuerzo del pueblo de Torrevieja, de la Vega Baja y en parte también de la provincia, que no ha tenido nadie en la democracia moderna. Genera un grado de satisfacción personal y también un compromiso y una responsabilidad muy grandes, porque desde el día de las elecciones son innumerables las personas que me han parado por la calle, me han felicitado y me han dicho: Joaquín estamos contigo. Eso ha sido muy halagador y me han hecho estar muy responsabilizado y honrado.

– ¿Esperaba un resultado tan abierto en las elecciones?

–Tenía ciertos temores. El PP en Torrevieja no es gobierno después de muchos años, y lógicamente siempre se tiene alguna duda, pero la respuesta del votante en esta ciudad ha sido extraordinaria teniendo en cuenta además que la marca PP en los últimos cuatro años ha sufrido un deterioro evidente en la gestión del Gobierno. No hay que negar ninguna realidad porque a los ciudadanos y vecinos de nuestra tierra no se les puede engañar, hay que decirles la realidad cual es. Efectivamente somos una formación política que hemos sufrido un cierto correctivo electoral, pero somos la marca política más potente, con mayor apoyo en toda la provincia de Alicante y la Comunitat.

– ¿Que se lleva de Torrevieja y la Vega Baja en la maleta a Madrid?

–Me llevo muchos proyectos que además sé que solo el Partido Popular tiene la capacidad de encauzar y ejecutar, porque el PP si tiene algo claro es el marchamo de ser un partido que ha sabido enderezar el rumbo de un país que dejó arruinado la izquierda en el año 2011. Por lo tanto tengo encargos de casi todos los municipios de la comarca. Mi experiencia como diputado provincial durante los últimos cuatro años también me permite tener una visión real y cierta de la realidad de la provincia, y creo que eso me genera un poso de experiencia importante para reivindicar en Madrid lo que se necesita. Lógicamente si el PP alcanza el Gobierno de España, veré la posibilidad cierta de luchar por conseguir esos objetivos. Y si somos oposición, pues me convertiré en un reivindicador permanente de las necesidades de la provincia.

– Ser el único diputado de la comarca después de muchos años ¿le implica una responsabilidad especial?

– Es una responsabilidad extra, pero también es verdad que acreditando la potencia del sureste de la Comunitat y especialmente de la Vega Baja, precisaba de un representante en Madrid desde hace tiempo. Estoy comprometido con la defensa de los intereses de la comarca y de la provincia, pero porque considero que es algo positivo no solo para nuestro territorio, sino para todo el país. Lo que es bueno para la Vega Baja, históricamente es bueno para la provincia y para España. Eso es lo que quiero trasladarle al Gobierno.

– Anunció previamente que al ser elegido diputado renunciaría a su acta de concejal en el Ayuntamiento de Torrevieja, ¿será así?

–El partido pone esa condición y yo siempre he sido una persona obediente a las directrices siempre que fueran lógicas, correctas. En este sentido si se quiere mandar un mensaje a la ciudadanía en cuanto a la no vinculación y acumulación de cargos públicos lo puedo entender. Lo asumiré. Desde luego donde yo vaya y donde esté siempre habrá una presencia de Torrevieja y aunque no sea una decisión que me acabe de gustar, estoy a la orden de mi partido.

– Al final habrán sido casi nueve años de dedicación en el Ayuntamiento de Torrevieja ¿que resumen hace?

– Han sido nueve años apasionantemente difíciles. Nos ha tocado vivir un periodo entre 2007 y 2015, de una dificultad económica tremenda vinculada a las administraciones en general y muy particularmente a las municipales. Pero me voy con la tranquilidad de haber liderado una gestión económica que ha permitido que el Ayuntamiento, hoy en manos del pentapartito, no tenga entre sus principales problemas el económico. Eso para mi es un mérito. Y el hecho de haber mantenido e incluso aumentado en la peor época de crisis económica desde el Ayuntamiento las aportaciones para ayudas singulares que ningún otro municipio mantuvo y las desarrolló en época de crisis es para mi un mérito muy importante. Me quedo con el trabajo y con el sacrificio, que por desgracia no se vio recompensado en las elecciones de mayo, pero el pueblo es soberano y en ese sentido no hay mal que por bien no venga. En estos momentos creo que la ciudad de Torrevieja tiene muy claro lo que no quiere de cara al futuro y es el desastre que impera hoy en día en el Ayuntamiento.

– A pesar de todo eso no renuncia a la política municipal

– Eso dependerá de los partidos políticos de la ciudad. Si deciden darme una relevancia como lo han hecho en el pasado, que creo que no la merezco, de mí obtendrán respuesta. Siempre he dado la cara y el que me ha buscado me ha encontrado. En estos momentos y por imperativo de mi partido debo dejar el acta de concejal pero no me convierto en una persona que desaparezca de la vida pública y social de Torrevieja. Mi familia y yo vivimos aquí y me duele Torrevieja. Tendré mayor o menor relevancia en la ciudad dependiendo de las actitudes de los políticos que conforman entre otros el pentapartito. Y también como secretario general del PP.

– ¿Qué puede dar de si la legislatura que se inicia esta semana?

– Creo que es un momento verdaderamente histórico, porque el resultado electoral pone encima de la mesa la necesidad de tener políticos de altura ante las cuestiones trascendentales que se plantean en España. El reto secesionista de Cataluña es una. El avanzar en la mejora económica y que España no pierda el tren de la creación de empleo es un reto histórico. No podemos olvidar el daño y el dolor que ha supuesto esta crisis tremenda y el hecho de que seamos el país con mayor capacidad de generación de empleo es una noticia que no podemos dejar escapar. Tenemos que seguir trabajando en que la economía y el empleo sigan creciendo, porque nos jugamos los derechos sociales que tenemos. Por lo tanto es una oportunidad histórica para que haya altura política por parte de los representantes de las formaciones y que no nos dejemos caer en las manos de radicalismos bolivarianos, que han destrozado países y civilizaciones. Lógicamente tengo la certeza de que Mariano Rajoy está acreditando día tras día que es un político de gran altura, siempre tendiendo la mano para llegar a entendimientos y pactos que garanticen la viabilidad, la estabilidad y una agenda de reformas para el futuro.

– ¿Se inclina por un gobierno de concentración o por nuevas elecciones?

– Creo que unas nuevas elecciones son un escenario que nadie desea hoy, porque eso supondría que algunos de los actores más importantes de la política nacional, y a mí me preocupa España. La propuesta que Rajoy ha hecho a Pedro Sánchez y a Albert Rivera y a todos aquellos que consideran que la política se puede desarrollar sin extremismos y sin situaciones de desestabilización interior y exterior de la marca España, creo que es una apuesta y un ofrecimiento sincero, honesto y que va en la línea de garantizar la unidad territorial del país, la mejora de la situación económica y por supuesto la creación de empleo. Y además con la posibilidad cierta de reformar aquello, dentro del ámbito constitucional, que sea mejorable y reformable. Creo que es el más sensato de los ofrecimientos que se han hecho. Aquellos que no lo admitan apuestan por el radicalismo y eso es apostar por unas elecciones generales anticipadas, por lo tanto sería un fracaso de esa política. Hasta el último instante apoyaré y abogaré por la postura de Rajoy, que es la de ganar el futuro de España a través de pactos cruciales que nos hagan rememorar aquellos que dieron lugar a nuestra Constitución. Hay prácticamente 250 diputados en el congreso que lo refrendan y esa es una mayoría más que suficiente. Es el momento de dialogar y de pactar y el PP está dispuesto.

– ¿Que tres momentos buenos recuerda de su etapa en el Ayuntamiento y también alguno malo?

– Buenos ha habido muchos. Uno fue la inauguración del Auditorio Internacional de Música, porque creo que es una infraestructura extraordinaria y que solo a aquellos que viven en un posicionamiento permanente de oposición no pueden tener la altura de valorarla. Otro fue un acontecimiento deportivo muy importante, como la salida de una etapa de la Vuelta Ciclista a España, fue histórica, singular y cuando se pasa por la política te gusta pensar que has hecho cosas que nadie antes había hecho. También para mi fue muy agradable cómo la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, tuvo el detalle de permitir que Pau Gasol viniera a Torrevieja y visitara el Teatro-Auditorio que hoy está abierto, porque no está cerrado. Mi peor momento en la política fue la dimisión de Daniel Plaza. Fundamentalmente por el daño, la inquina y el odio que miembros del actual gobierno municipal desarrollaron contra el entorno familiar de un campeón olímpico. Todas las noches pienso y me cuesta creer que haya habido gente así en la política torrevejense.

– ¿Como le gustaría encontrar Torrevieja a la vuelta de cuatro años?

–Me gustaría encontrármela con una sensación psicológica y de ánimo absolutamente distinta a la que tiene a día de hoy. Hoy tenemos una Torrevieja que se pregunta qué hace una señora arriba de un coche, pelando patatas abriendo una cabalgata de reyes. Creo que esa es la imagen gráfica de lo que Torrevieja hoy siente. Hoy la ciudad tiene un sentimiento de humillación, de vergüenza y eso no es justo.