Opinión: Si los Ángeles son músicos, … han estado en Torrevieja

Álbum, pinchando sobe la foto

Fernando Guardiola

VÍDEO: Concierto completo (C. Lavesa)

VÍDEO: Varias piezas (J. Carrión)

Como ayer y de una forma extraordinariamente estudiada por su conocimiento de la música, nos ofreció su acertada crónica, Antoni Jakubowski, no quiero en este artículo de opinión relatar cada una de las partes y temas que fueron interpretados por esa entusiasta Orquesta, que dirige con batuta de oro, José Francisco Sánchez. No solo quiero destacar, sino proclamar a los cuatro vientos que Torrevieja, una ciudad del sur de la Comunidad Valenciana, esa que dicen que es la “la más pobre de España”, que tiene casi noventa mil habitantes, de más de cien nacionalidades distintas, tiene una Gran Orquesta Sinfónica, donde más de ochenta profesores y músicos, han sido capaces de en pocos años, afianzar algo que era un sueño inalcanzable. Su Presidente,  Pelayo Mellado, amante no solo de la música, sino de toda la vida cultural de la ciudad, arropado por una directiva, volcada en un proyecto al que no se le conocen límites, han sido capaces de programar, al igual que las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Milán, un programa anual de abono, en el que cada mes del año, los torrevejenses nos sintamos orgullosos de escuchar una orquesta que es la envidia de muchas ciudades españolas. Lo del pasado Día de Reyes y de la tarde de ayer, es solo la rúbrica a mis palabras. En dos sesiones, casi tres mil almas, …  vibrando, soñando, divirtiéndose y aplaudiendo a un colectivo humano,  que si hubieran “caído” en otra ciudad, donde la cultura y la música tuvieran un tratamiento como se merece, el apoyo institucional y el social sería muy diferente al que reciben. Aún así,  durante dos días los «Ángeles», esos entes que todo lo hacen bien, … tocaron la mejor de las músicas en Torrevieja,  para orgullo de todos los que sentimos la cultura y apoyamos sin denuedo su excelente trabajo.
PD.- No estaría mal que un recinto tan emblemático y con una acústica comparable a la ópera de Berlín, como es el Auditorio Internacional, contara en su exterior con una iluminación, acorde con los eventos que se celebran. No es de recibo que un aparcamiento con más de quinientos automóviles, no cuente con iluminación, y se tenga que ir alumbrando la gente con la luz de los móviles o “palpando” por las esquinas. Un cero patatero.